Tropical o extratropical: La naturaleza de los ciclones
Hace tan solo unos días, un devastador ciclón tropical asoló las costas del Sudeste de África. Medios de prensa cifran en más de una centena el número de personas que perdieron la vida en Mozambique y Zimbabwe. En Australia, los ciclones tropicales Trevor y Verónica amenazan en este momento las costas del Norte del país y en Estados Unidos, una ciclogénesis explosiva en las planicies centrales mantuvo el frío, las tormentas y la nieve durante las primeras semanas de marzo.
Todos estos fenómenos meteorológicos, presentes en diferentes partes del mundo, tienen algo en común: son sistemas atmosféricos llamados ciclones. Sus orígenes, y sus características, varían notoriamente dependiendo del lugar que se formen.
Empecemos por lo básico: ¿qué es un ciclón?. Los meteorólogos utilizamos el concepto ciclón para definir una zona donde los vientos giran alrededor de un punto central la presión en superficie es más baja que su entorno. En el Hemisferio Sur rotan a favor de la manecillas del reloj y en contra en el Hemisferio Norte.
Dime dónde naces y te diré quién eres
Los meteorólogos dividimos el planeta en al menos dos regiones relevantes: las zonas tropicales, donde el calor, la humedad y las tormentas son bastante frecuentes; y las zonas extratropicales, donde las condiciones meteorológicas se van volviendo cada vez más frías a medida que nos acercamos al Polo. No existe una línea divisoria exacta, aunque los trópicos de cáncer y capricornio equivalen más o menos a la frontera.
Para formar un ciclón necesitamos de una baja presión. Y las bajas presiones existen tanto en las regiones tropicales como extratropicales. Si una baja se forma en el trópico adquirirá características bastante diferentes a una que nace fuera del trópico. Por eso es que también les llamaremos de manera distinta: si nacen cerca del Ecuador, la llamaremos ciclón tropical, mientras que si nace fuera del trópico, ciclón extratropical. Existe una tercera categoría, llamada ciclón subtropical, que es una especie de mezcla entre ambas, que por ahora, dejaremos fuera de esta descripción.
1) Los tropicales
Si los ciclones tropicales nacen sobre el Océano Atlántico, en el Pacífico Oriental cerca de Centro América o sobre el mar Caribe, se les llama tormenta tropical o huracán, dependiendo de su intensidad. Sobre el Pacífico Occidental, el nombre cambia a tifón. Las diferencias entre ambos fenómenos es simplemente el área en donde nacieron. Por ejemplo, en el océano índico y cerca de África, el nombre de un ciclón tropical es… ciclón tropical.
En la figura siguiente, se aprecia en rojo las zonas de generación y las diferencias en nomenclatura. Algunas cosas curiosas e importantes que podemos desprender de esta figura son:
- Los ciclones tropicales no se forman en el ecuador (línea divisoria entre hemisferios) ni en un área que abarca más o menos entre 5°N y 5°S. Además, los ciclones respetan mucho la línea del ecuador: no cruzan esta frontera por nada del mundo.
- Solo dos regiones oceánicas cercanas al trópico no generan huracanes: la costa oeste de Sudamérica, en donde está Chile y Perú; y el Atlántico Sur, frente a las costas de África y Brasil. En las costas de Brasil, se han registrado tan solo 3 ciclones con características tropicales. El 2004, el 2010 y en marzo de 2019 con el ciclón tropical Iba.
- A pesar de que los ciclones tropicales se forman justamente en aguas tropicales, su movimiento tiende a llevarlos fuera del área tropical en dirección hacia latitudes medias, afectando el tiempo atmosférico mucho más allá de las zonas en donde nacieron.
Para ser aún más precisos, los meteorólogos nombran a los huracanes y tifones con nombres de personas, de tal forma de identificarlos muy bien y que la población esté alerta ante sus eventuales consecuencias. Recordados son los casos del huracán María que devastó Puerto Rico en 2017, o al tifón Haiyan, causante de la muerte de aproximadamente 10 mil personas en Filipinas el año 2013.
Una imagen satelital de ambos fenómenos es importante para dar a conocer cómo se ven desde el espacio. Cuando están bien desarrollados, los ciclones tropicales son verdaderas máquinas de energía, extrayendo su poder desde el océano cálido de la región tropical y liberándolo en la atmósfera, proceso en el cual se forman grandes nubes y tormentas. En un proceso de retroalimentación positiva, la baja presión se vuelve cada vez más profunda y el ciclón, a su vez, gira con mayor intensidad. Es tal la velocidad del viento que los huracanes y tifones pueden poseer en casos extremos vientos superiores a los 200 km/h de manera sostenida. La formación del famoso “ojo del huracán” se da justamente en los sistemas de mayor intensidad.
El motivo por el cual los ciclones tropicales alcanzan estas características está relacionado a que en las zonas tropicales abunda la humedad, el agua de mar es lo suficientemente cálida cómo para sostenerlos en el tiempo y los vientos en altura son relativamente débiles (entre otros factores). Estas características existen en la mayor parte de las zonas entre 20°N y 20°S y van desapareciendo a medida que nos alejamos hacia los polos. Por lo mismo, los ciclones tropicales sólo nacen sobre estas zonas, y además sólo sobre el océano. Su formación en lugares más fríos cómo Chile o en las costas de Europa, así como en el medio de los continentes, es prácticamente imposible.
2) Los extratropicales
Cuando las bajas presiones nacen fuera de las regiones tropicales, adquieren características completamente diferentes. A estas bajas no les interesa si hay mar o tierra bajo ellas. Esto se debe a que su origen está más ligado a los contrastes de temperatura y perturbaciones en la parte alta de la troposfera; y no al calor y humedad de la superficie, como en los huracanes.
¿Cuál es el nombre de estos ciclones?. Hay varios fenómenos meteorológicos que rotan de manera ciclónica en el extratropico. El más común de ellos es al que llamamos sistema frontal. En otros lugares se les conoce como borrascas y en muchos textos es posible encontrarlos bajo el nombre de ciclones de latitudes medias.
Los ciclones extratropicales pueden formarse en prácticamente cualquier lugar entre los 20 y 80° de latitud norte y sur, pero generalmente se concentran en áreas más o menos conocidas. En el Hemisferio Sur, existe un corredor o camino en donde es altamente probable encontrarse con uno de ellos, ubicado principalmente en los alrededores de la Antártica. A esta región se le conoce como cinturón de tormentas (y puedes ver algo sobre esto en nuestra publicación de la Oscilación Antártica).
En los sistemas más desarrollados, se forman grandes estructuras frontales, que se extienden por miles de kilómetros. A diferencia de los huracanes, cuyo tamaño pocas veces alcanza los 1000 km de extensión, los ciclones extratropicales tienden a ser bastante largos (En esta publicación, hablamos distendidamente de las características de los sistema frontales).
Analicemos la figura siguiente. Tenemos nuevamente las imágenes de satélite que nos ayudan a ver desde el espacio a estos sistemas. El de la izquierda es un ciclón extratropical en el Hemisferio Norte y el de la derecha en el Hemisferio Sur. El sentido de rotación es ciclónico en ambos casos, pero dependiendo del Hemisferio es que cambia la dirección del movimiento.
A diferencia de los ciclones tropicales, los sistemas extratropicales tienen bandas gigantes de nubosidad llamadas frentes, que parecen girar en forma de espiral hasta el centro mismo de la depresión. En cuanto a intensidad, los vientos máximos en los huracanes tienden a ser mayores que en las bajas extratropicales, aunque en ambos casos se pueden superar los 150 km/h con facilidad.
Otra diferencia notable es el tiempo de vida de cada sistema: mientras los huracanes pueden avanzar distancias increíbles en 10, 15 o hasta 20 días en casos extremos, los sistemas extratropicales no perduran más allá de una semana.
Nuestro país es constantemente afectado por las bajas presiones extratropicales. No hay registros fidedignos de que en algún momento de la historia reciente se haya formado un huracán cerca de Chile o que haya llegado un huracán a las costas de nuestro país. Las condiciones medio ambientales predominantes de nuestro océano y atmósfera cercana lo hacen un fenómeno imposible de desarrollarse, al menos en los últimos miles de años. Esto no significa que los sistemas frontales que llegan a nuestro país no sean intensos. Muchos de ellos pueden registrar vientos de gran intensidad además de lluvias muy intensas y constantes.
Escrito por: José Vicencio. Editor: Diego Campos. Periodista: Paz Galindo.
Información de esta publicación
- Esta publicación fue escrita originalmente en un post de facebook hace cuatro años y se llamaba “vivimos rodeados de ciclones”. El motivo de aquella publicación era aclarar las diferencias entre dos tipos de ciclones: los tropicales o huracanes, y los extratropicales, debido a que en ese momento surgieron rumores en redes sociales y medios de comunicación sobre la presencia de un “huracán” frente a las costas de Chile.
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