Siguiendo las pistas del Trópico: Alerta en lo profundo

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La Niña ha terminado oficialmente gracias a la acción de fuerzas que vienen desde las profundidades del océano. En esta nota te contamos de qué se trata.

Ha terminado oficialmente el evento de La Niña, el cual estuvo presente desde octubre de 2017 hasta la fecha. Eso significa que las temperaturas del mar en el Océano Pacífico Ecuatorial han vuelto a la normalidad. Ver esta nota relacionada.

El principal enemigo de este evento viene desde las profundidades del océano. El afloramiento de aguas más cálidas provoca que la temperatura superficial del mar suba, y como La Niña es un fenómeno acoplado entre el océano y la atmósfera -que basa su existencia a la presencia de aguas frías en el Pacífico- cuando la temperatura del mar sube, La Niña comienza a decaer.

El afloramiento de aguas cálidas que hemos observado en las últimas semanas está relacionado con el avance de lo que conocemos como Onda Kelvin. Esta Ondas viajan por debajo de la superficie del océano, de oeste a este, llevando aguas más cálidas a zonas con aguas más frías.

En este caso, la onda se está moviendo desde el Pacífico Occidental, por allá por Indonesia, hacia el Océano Pacífico Central y la costa de Sudamérica (ver gráfico arriba). El principal empuje que tuvo esta onda para comenzar su viaje fueron una serie de pulsos de vientos del oeste más intensos de lo normal que ocurrieron en diciembre y a principios de febrero. Tal y como se analizó en los boletines de Monitoreo de El Niño en febrero y marzo, estos pulsos están asociados a cambios en los máximos de tormentas en el Pacífico.

 

Esta amenaza para La Niña fue caricaturizada por NOAA como un tiburón al acecho bajo el mar.

Las Ondas Kelvin son bastante lentas en general, viajando a no más de 10 km/h, lo que hace que sus efectos no se evidencien hasta varios meses después del comienzo de su propagación. De hecho, esta onda lleva un par de meses de viaje y recién ahora logró terminar con La Niña. Lo más relevante es que si toda la agua cálida que está viajando por debajo logra alcanzar la superficie, puede que a finales de año comience un evento de El Niño, tal como los modelos están indicando que podría suceder. Sin embargo, debemos ser cautos, puesto que la habilidad de estos modelos para predecir a tan largo plazo es bastante baja.

Sólo sabemos con un alto grado de seguridad que gran parte de nuestro invierno (hasta agosto), las mayores probabilidades será que presentemos condiciones neutrales (ausencia de El Niño o La Niña), pero siempre con un calentamiento en el Océano Pacífico Central.

Nota del editor: Puedes revisar el monitoreo mes a mes que realizamos en la Dirección Meteorológica de Chile del ciclo El Niño/La Niña en nuestra página web, ingresando a la pestaña de climatología y en la sección Pronóstico Estacional. Si quieres revisar el último boletín, haz clic aquí. Si quieres ver la presentación, clic aquí.

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3 Responses

  1. 26/07/2018

    […] poza cálida logre desplazarce (por sobre y por debajo de la superficie del océano, como también lo hemos discutido en nuestro blog) hacia el centro del Océano […]

  2. 02/08/2018

    […] poza cálida logre desplazarse (por sobre y por debajo de la superficie del océano, como también lo hemos discutido en nuestro blog) hacia el centro del Océano […]

  3. 12/08/2019

    […] al ser débiles, es más fácil para los pulsos de viento del oeste en el Pacífico Central avanzar hacia la costa sudamericana y con ellos, aguas más […]

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