Nosotros los meteorólogos: una mirada a lo que hacemos

Hace un par de semanas celebramos el Día Meteorológico Mundial, entre tanto festejo y conmemoración nos pusimos existencialistas e introspectivos por lo que decidimos miramos un poco a nosotros mismos.
Es así, que nos dimos cuenta de que casi todas nuestras actividades dependen de tener cierto conocimiento de las condiciones del tiempo o el clima y que estamos en primera línea en la idea de conseguir adaptarnos y mitigar los efectos del cambio climático. Con estos planteamientos podríamos pensar que el mundo necesita meteorólogos, que somos importantes y que los desafíos que tiene nuestra disciplina para el futuro son muy grandes.
Los meteorólogos, somos una mezcla entre amantes de la naturaleza con “geek” de las computadoras y las matemáticas que nos gusta mirar al cielo pero que también nos interesa modelar las ecuaciones que explican los movimientos en la atmósfera. En fin, somos como un árbol que tiene muchas ramas, o si se quiere, como una fruta con muchas variedades, ya que nos desempeñemos en muchas áreas con especificidades muy distintas.
Hay una pregunta muy recurrente, que probablemente todos los meteorólogos hemos recibido alguna vez y que nos permite desarrollar y graficar lo diverso de nuestra profesión: ¿Cómo va a estar el tiempo mañana?
Por sencilla e inocente que parezca, esta pregunta tiene muchas dimensiones. Es una pregunta que nos hacemos casi todas las noches con tal de preparar la ropa del día siguiente, pero también es una pregunta que se realiza con fines más sofisticados. Por ejemplo, para los encargados de faenas mineras esta pregunta es muy importante, porque de eso depende la seguridad de los mineros. En otros casos el “mañana” no es literalmente el día siguiente: para un piloto conocer las condiciones del tiempo es de vital importancia, pero su “mañana” son sólo algunas horas en el futuro, mientras que para los agricultores, en cambio, el “mañana” puede ser el próximo año.
Como es una pregunta con muchas dimensiones es necesario el trabajo conjunto de varios tipos de meteorólogos para responderla.
Multidisciplinarios
Los encargados de realizar los pronósticos del tiempo y análisis de las condiciones actuales son los meteorólogos operativos, quienes están siempre al pie del cañón 24/7 para contestar llamados y hacer enlaces para algún noticiero o matinal bien temprano en la mañana o el transcurso del día. También elaboran la famosa carta sinóptica que se ve en los reportes de la TV. Esta “raza” de meteorólogo es todo terreno; siempre está donde hay un Centro Meteorológico u Oficina de Meteorología, como en aeropuertos y puertos marítimos del país. También les toca estar en zonas más extremas, como las alturas de la cordillera, sobre buques e incluso en la Antártica. Sin embargo, el trabajo de los meteorólogos operativos es, en muchos sentidos, el último eslabón de una gran cadena necesaria para hacer un pronóstico del tiempo.

Flint Loco de la película Lluvia de Hamburguesas, es un científico-inventor. Parte de su personalidad está en los meteorólogos de instrumentación. Imagen propiedad de Sony Pictures Animation.
En primer lugar se necesitan observaciones. Ahí es donde entran los ingenieros e instrumentistas en compañía de los observadores meteorológicos y meteorólogos para diseñar, calibrar e instalar los instrumentos que permiten las mediciones de las distintas variables meteorológicas. Son amantes de las tuercas y medio inventores, tienen algo de Flint Loco (Lluvia de Hamburguesas), aunque esperemos no creen una máquina que haga llover albóndigas. Sus instrumentos van desde las tradicionales casetas meteorológicas hasta los sofisticados artefactos instalados en los satélites, los que permiten observar casi todo lo que necesitamos en la atmósfera.
Los datos por sí solos no dicen mucho, es necesario analizarlos para comprender cómo es nuestro entorno. Para eso están los meteorólogos de investigación, los Sheldon Cooper (de la serie The Big Bang Theory) de nuestra especialidad, seres pensantes que son capaces de formular hipótesis y comprobarlas hasta resolver por qué la atmósfera se comporta como lo hace. Son quienes luego de varios años de estudio nos hacen mapas conceptuales para ver de manera simple la complejidad de la atmósfera.

Jack Hall, el climatólogo que predijo el desastre en El Día Después de Mañana, es todo un aventurero también. Imagen propiedad de 20th Century Fox.
Otro tipo de meteorólogo que utiliza mucho los datos son los especializados en el clima (ver artículo de tiempo vs clima, aquí) o climatólogos. Con mucha estadística como fiel compañera, son capaces de determinar si algo es normal o anómalo y viven preocupados de qué tan cálido fue un mes o un año o cuántos récords se han roto. Ellos piensan en grande y sus problemas son a escala de años o décadas, son los encargados de preguntarse por qué el clima es como es y cómo será el clima en un futuro distante. Con el cambio climático, los climatólogos están brillando con luz propia, de un día para otro se volvieron cool. Al punto que Hollywood mostró a un climatólogo tan cool que era capaz de pararse frente a los políticos para hacerles saber lo equivocados que estaban y luego ir él mismo al rescate de su hijo en El Día Después de Mañana.
Un grupo de meteorólogos, que por el contrario vive lejos del glamour de los programas de entrevistas y que prefieren la tranquilidad de su oficina alrededor de sus múltiples computadores, son los meteorólogos de modelamiento numérico. Estos capos de los computadores consiguen escribir línea tras línea de código las complejas ecuaciones de la física y la dinámica para desarrollar completos modelos computacionales. Si lo pensamos bien, estos meteorólogos son los amigos de todos, porque sin ellos el pronóstico numérico del tiempo o las proyecciones climáticas no serían posibles.
Por último y una vez que se unieron los esfuerzos de todos los meteorólogos, se tiene un pronóstico que debe ser comunicado de la mejor forma posible. Por eso tener cierto grado de carisma ante las cámaras o una buena pluma ayuda mucho y se está transformando en un tipo de meteorólogo muy necesario: un comunicador meteorológico. Capaz de informar de manera amena y didáctica, aterrizando los temas complejos pero sin dejar de explicar las cosas como son. Tal y como lo que estamos intentando en MeteochileBlog.
Como ven, los meteorólogos hacemos muchas cosas y estamos preocupados de toda la gama de problemas que la atmósfera nos entrega, todo con tal de responder a las preguntas que se nos presentan.
Meteorólogos locales para problemas locales
Aunque acá en Chile no seamos de esos intrépidos meteorólogos de la televisión extranjera que sobrevuelan huracanes, persiguen tornados (aunque lo hicimos una vez) o reportan en vivo con el agua hasta el cuello, igual tenemos la misma pasión y locura -porque créanme que hay que tener cierto grado- por las nubes y los fenómenos de la atmósfera.
Afortunadamente, Chile tiene un clima más bien benévolo, sin fenómenos que ameriten la existencia de meteorólogos extremos que construyan vehículos especiales para perseguir tormentas, como el grupo de meteorólogos espectaculares de la película Twister. La exigencia que nuestro país nos pone por delante es la intrincada y extensa orografía, además de una gran variedad de climas –desde el desierto de Atacama hasta la Antártica- lo que nos obliga a perfeccionar nuestros modelos de pronóstico y a tener redes de monitoreo más densas, así como también hacer muchas campañas de medición para conocer los miles de rincones que nos falta por observar.

Jo y Bill Harding de la película Twister, es la dupla de meteorólogos más extremos de la pantalla grande. Son un ejemplo de los caza tormentas en Estados Unidos. Imagen propiedad de Warner Bros.
A pesar de los esfuerzos tenemos deficiencias y cometemos errores, lo sabemos. Recibimos críticas, también lo sabemos. Pero siempre estamos haciendo lo posible por mejorar. La meteorología es una ciencia relativamente nueva, no tenemos los siglos de aprendizaje que han tenido la química o la física, tampoco tenemos recursos ilimitados y la atmósfera… bueno, la atmósfera no es muy dócil que digamos (parte de su belleza es su caos).
Convivimos con la incertidumbre y constantemente buscamos formas para reducirla o comunicarla y aunque no podemos asegurarles que en un futuro nuestros pronósticos serán perfectos (muy difícil), sí les podemos asegurar que nuestra pasión no disminuirá y seguiremos esforzándonos. Seguiremos instalando mejores instrumentos en lugares recónditos, lanzando satélites más sofisticados, desarrollando nuevos sistemas de pronóstico, continuaremos con la investigación y seguiremos buscando formas didácticas de mostrar nuestros resultados.
Sólo para cerrar, en este artículo quisimos mostrar una pincelada de lo que hacemos los meteorólogos, que como pudieron ver es bastante. Por eso la próxima vez que piensen en los meteorólogos, sabrán que no sólo son los que aparecen dando “el tiempo” en la TV, sino, que hay todo un mundo de la meteorología atrás y todos trabajando para usted.
Escrito por: Diego Campos. Editado por: Ricardo Vásquez. Periodista: Paz Galindo.
1 Response
[…] La principal motivación de este artículo es a raíz del desconocimiento general sobre lo que hacemos los meteorólogos. Todos conocen nuestra faceta de pronóstico del tiempo y no son pocas las veces en que me han dicho si voy a aparecer dando el tiempo en televisión. Con este artículo buscamos dar a conocer algunas de cosas que hacemos los meteorólogos y por qué en esta época nos hemos vuelto importantes para el desarrollo de la sociedad. El artículo completo acá: http://blog.meteochile.gob.cl/2018/04/05/nosotros-los-meteorologos-una-mirada-a-lo-que-hacemos/ […]