En búsqueda de las huellas del Tornado: Los Ángeles y Talcahuano/Concepción
Érase una vez una tarde de fuertes lluvias y granizos sobre la ciudad de Los Ángeles, no demasiado diferente a lo que los habitantes de la zona acostumbran en otoño. En ningún caso se imaginaron lo que se desataría durante la tarde de ese día. Aproximadamente a las 17:57 hrs. del 30 de mayo, un tornado avanzaba por la ciudad, destruyendo todo a su paso, generando gran temor, preocupación y extrañeza en la población, así como también gran curiosidad: el tornado fue grabado desde distintos ángulos y lugares. Como si fuera poco, al día siguiente, alrededor de las 14:00 hrs., otro de estos fenómenos afectó a Talcahuano y el centro de Concepción, que al igual que en Los Ángeles, generó gran destrucción y terror en los residentes. A raíz de las grandes interrogantes que surgieron tras el paso de estos fenómenos, dos meteorólogos de la Dirección Meteorológica de Chile visitaron ambas zonas, con el fin de aclarar las dudas y lograr definir su intensidad.
En Estados Unidos, país que es fuertemente azotado por tornados (alrededor de 1.300 tornados al año, lo que equivale al 75% del total mundial), especialmente en la época de primavera, luego del paso de uno, los servicios meteorológicos envían personal experto en meteorología para visualizar en terreno el nivel de destrucción ocasionado por estos fenómenos.
Estas inspecciones resultan claves para determinar el nivel de desastre del tornado, lo que se traduce en la categorización oficial de este. Para esto, la escala utilizada a nivel mundial es la escala mejorada de Fujita (EF, por sus siglas en inglés), la cual estima el viento máximo que pudo haber tenido el tornado según los daños generados (Potter, 2007). Esta estimación del viento se realiza puesto que es muy difícil tener mediciones in-situ, ya que puede no haber estaciones meteorológicas en la zona, y en caso de que hayan, estas generalmente son destruidas por la fuerza del tornado. Esta escala presenta 6 niveles de categorización, donde el nivel EF0 corresponde a daños menores y un EF5 corresponde a daños catastróficos.
Es quizás algo similar a lo que hacía Sherlock Holmes, cuando visitaba el lugar del crimen, y buscaba pistas para encontrar al culpable. En el caso de los tornados, los culpables son siempre 6 (EF0, EF1, EF2, EF3, EF4 o EF5), solo hay que descubrir cuál de ellos era, además de descartar otros tipos de fenómenos de fuertes vientos y que usualmente acompañan a las tormentas de gran intensidad.
La categorización no solo se realiza para ver la intensidad del fenómeno y ya, sino que tiene un fin mayor. En países como Estados Unidos, Australia y otros, los tornados son categorizados para llevar un registro estadístico que sirva para realizar estudios de las tendencias o frecuencias de ocurrencias en el tiempo o espacio, además de buscar patrones atmosféricos bajo los que ocurrieron y que ayuden a pronosticarlos en el futuro.
Luego de los eventos registrados en la zona centro sur del país los días 30 y 31 de mayo, los meteorólogos Camilo Barahona y Ricardo Abarca, fueron asignados por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) para realizar una inspección en terreno de los daños causados por los tornados que ocurrieron en la región del Biobío. Si bien es cierto, en Chile no hay profesionales especialistas o expertos en materias de tornados, la instancia de la visita fue quizás una de las primeras aproximaciones en Chile de recopilación de información en terreno sobre estos fenómenos, lo que es totalmente necesario para lograr asignar una categorización lo más objetiva posible de estos eventos.
En terreno: Un tornado que “salta”
En primera instancia, los meteorólogos llegaron el día 5 de junio al Aeropuerto Carriel Sur (Concepción), en donde se reunieron con el observador meteorológico Iver Iglesias, quién les proporcionó información relevante del tornado que afectó a Talcahuano y Concepción el día 31 de mayo. En esa instancia se conversaron las primeras ideas de la trayectoria y la forma en que afectó este fenómeno, obteniendo información relevante para esta investigación. Según nos cuentan ambos meteorólogos, “el tornado tuvo un carácter saltatorio (o “skipping tornado” en literatura en inglés). En cuanto a datos, se observó un descenso de la presión atmosférica considerable en los registros de la estación meteorológica, lo que provocó que se vaciaran 2 estanques de agua en los techos del aeropuerto”.
De acuerdo a las primeras informaciones de la ciudadanía y de prensa, se pensó que se habían presentado dos fenómenos por separado, un tornado y una tromba, que habían ocurrido de manera casi simultánea sobre la ciudad. No obstante, esto comenzó a ser descartado paulatinamente a medida que se recababa más información.
Junto a la compañía de Iver, recorrieron la población Brisas del Sol, uno de los sectores más afectados por el paso del tornado en la zona y en donde pudieron entrevistar a las personas para lograr obtener más detalles de la situación, además de lograr confirmar ciertas características del tornado. “En conversaciones con las personas, nos contaron que el fenómeno generó un ruido intenso en su paso, por lo que algunos llegaron a pensar que se trataba de un avión cayendo por encima de sus casas”. Sumado a lo anterior, los meteorólogos a cargo de la investigación lograron confirmar la teoría de que el evento se trató de un tornado saltatorio: “Se logró comprobar que el tornado afectó algunos sectores y otros no, lo que da soporte a la teoría de ser un “skipping tornado”. Tal como se ve en la figura, a medida que el tornado avanza, su embudo toca tierra y luego vuelve a alejarse de la superficie, lo que hace que los daños en Tierra sean intermitentes.
A continuación, se observa el tornado grabado por personal del Aeropuerto Carriel Sur, Concepción:
Ricardo y Camilo también tuvieron conversaciones con personal de la Armada, en donde se obtuvo información de datos meteorológicos y comentaron los daños en el sector donde se formó el tornado. “En la estación meteorológica de la Armada, se observó el mismo descenso brusco de presión atmosférica observado en la estación meteorológica del aeropuerto. Además, el personal de la Armada planteó que el fenómeno no se formó en tierra, sino que se formó en el océano, dado que afectó casas de Caleta El Soldado, por lo que lo más probable es que haya comenzado como una tromba marina“.
Luego de esas conversaciones y de otros análisis, los meteorólogos concluyeron que el tornado que afectó a Talcahuano y Concepción comenzó como una tromba marina: “los tiempos entre la formación y la afectación a la ciudad, así como también la trayectoria, lograron convencernos completamente de que se trató de un único tornado: nacido sobre el mar y que avanzó más de 15 Km tierra adentro”.
Finalmente, ese día 5 de junio tuvieron una reunión con expertos en meteorología de la Universidad de Concepción, en donde se discutió de forma técnica el contexto meteorológico en que ocurrió el tornado. Según Ricardo y Camilo, se comentó lo complejo de pronosticar estos fenómenos, y la necesidad de integrar nueva instrumentación meteorológica que provea información científica necesaria para estudiarlos. Además, se habló sobre si estos eventos se podían asociar a el cambio climático: “Concordamos en la opinión de que no se puede concluir que los tornados son consecuencia del cambio climático, dado que no hay estudios que lo acrediten en Chile”.
Al día siguiente, asistieron a una reunión de con la oficina Regional de la ONEMI en Biobío, en donde se recopiló información de la estimación de los destrozos generados por los tornados en la región (Talcahuano-Concepción y Los Ángeles). “Se comentó que, a pesar del nivel de destrozos en las comunas afectadas, se observaron pocas personas lesionadas. Solo hubo un caso de una persona fallecida”.
El día 7 de junio, viajaron hasta la ciudad de Los Ángeles para reunirse con personal del Ejército de Chile (Destacamento de Montaña N°17), con el fin de realizar un recorrido por todos los sectores donde hubo desastres por el tornado, acompañados por los Cabos Primero Jorge Soto y Patrick Urra. “Al igual que en Talcahuano-Concepción, el tornado tuvo un carácter saltatorio. Esto dado que los desastres no fueron continuos en la trayectoria del tornado. Además, personal del Ejército nos comunicó que el tornado avanzó de norte a sur, pero no en línea recta, sino que en zig-zag”.
Trayectoria: De norte a sur y con un leve zig-zag
Luego del recorrido en terreno, los testimonios de las personas afectadas y todas las reuniones realizadas con distintas entidades, se llegó al trazado de la trayectoria de ambos tornados registrados los días 30 y 31 de mayo en Los Ángeles y Talcahuano-Concepción, respectivamente. El primero tuvo una trayectoria norte-sur, partiendo en zona rural para luego cruzar parte del sector nor-oriente de la urbe y debilitarse nuevamente al ingresar a zona rural. Se estima que el tornado recorrió cerca de 5 Km en total en unos 7 minutos aproximadamente. Mientras que, el tornado de Talcahuano-Concepción, tuvo una duración entre 15 y 20 minutos, recorriendo cerca de 15 km. Ambas trayectorias se encuentran en la siguiente figura:
Categorización: El tornado de Los Ángeles fue más intenso
Luego de reunir abundante información y observar el daño generado por ambos tornados en terreno, los meteorólogos Ricardo y Camilo llegaron a la conclusión de que “según los daños observados en Talcahuano-Concepción podemos estimar que el tornado estaría en la categoría EF-1. Mientras que, según los daños observados en Los Ángeles, podemos concluir que el tornado tuvo una categoría EF-2“. La mayor intensidad del tornado de Los Ángeles implica que sus vientos alcanzaron velocidades máximas de hasta 218 Km/h, consistente con la destrucción casi completa de algunas edificaciones, testimonio de autos siendo elevados varios metros y el volcamiento de vehículos de carga, así como también la evidencia de árboles Araucarias completamente tumbadas.
En el caso de Concepción, si bien el tornado recorrió casi 5 veces más distancia que el de Los Ángeles, tuvo una intensidad un poco menor. Sus vientos máximos estimados alcanzaron hasta 178 Km/h en los momentos de mayor intensidad, lo que explica la gran cantidad de techumbre destruidas y el desplazamiento a nivel de suelo de vehículos, así como árboles tumbados.
Como hemos visto, gracias a la investigación de los meteorólogos de la DMC en terrero, se puede entender el comportamiento de los tornados. Si bien son inusuales en nuestro país, no dejan de ser una amenaza para la seguridad y la vida de las personas. Por último, comprender los tornados chilenos; su formación y génesis, las áreas de mayor afectación y por su predicción, es una tarea que comienza con reconocer cómo fue el desastre en el lugar de los hechos. Este fue un importante paso para la investigación de tornados en nuestro país.
Escrito por: Manuel Olivares y Ricardo Abarca. Editor: José Vicencio. Periodista: Paz Galindo.
Agradecimientos especiales a Ricardo Abarca y Camilo Barahona, de la Sección Investigación y Soporte Tecnológico de la Dirección Meteorológica de Chile.
Información de esta publicación
- Ahrens, C. D. and R. Henson (2016). Meteorology Today: An Introduction to Weather, Climate, and the Environment, 11th Edition. Cengage Learning.
- Potter, S. (2007). Fine-tuning Fujita. Weatherwise 60 (2), 64–71.
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