Siguiendo las pistas del Trópico: El Pacífico Ecuatorial se está calentando
En mayo mencionamos el fin del fenómeno de La Niña y cómo una onda de aguas cálidas se propagaba bajo el Océano Pacífico Ecuatorial, potenciando el calentamiento en superficie. Durante la última semana hemos comenzado a observar sus efectos y las probabilidades de que se desarrolle un fenómeno de El Niño hacia primavera y fin de año continúan siendo altas.
Las temperaturas superficiales del mar en la Región de El Niño 3.4 vienen en aumento rampante desde febrero. De hecho, la tasa de calentamiento (es decir, la velocidad a la que la temperatura está aumentado) bordea los +0.2°C por mes. La última medición del 6 de junio indica que hemos llegado a anomalías de 0°C, lo que significa que estamos rápidamente saliendo de las temperaturas frías en el Pacífico Central y avanzando hacia condiciones cálidas.
En la figura a continuación, se aprecia la evolución de las temperaturas más frías de lo normal desde enero (en color celeste) y como se ha se ha ido reduciendo esta situación, particularmente desde abril hasta ahora en junio, en donde es prácticamente indetectable.
Pues bien, ahora hay más información disponible acerca de este aumento de temperaturas. El Océano Pacífico continúa en una condición neutral (ausencia de El Niño o La Niña), sin embargo, ya hay algunos signos importantes de que este calentamiento no está siendo algo pasajero y que perdurará por varios meses.
Un buen ejemplo de ello, son las anomalías de altura de mar en el Pacífico Ecuatorial. En la imagen inferior, se puede apreciar una zona roja en el medio del Océano Pacífico, lo que implica que la altura del mar en esa región está más alta de lo usual para esta época del año. Generalmente, aguas más cálidas provocan una expansión de la columna del agua, que si bien es muy tenue y como máximo puede alcanzar entre 0.1 y 0.2 cm, es posible de detectar con satélites de alta precisión.
De todos modos, hay que ser muy cautos a la hora de prever los efectos de este calentamiento en el Océano Pacífico Ecuatorial. Sabemos que condiciones de El Niño provocan inviernos y primaveras lluviosas en gran parte del país. Sin embargo, es la condición Neutral la que predominará durante este Invierno. El actual el aumento de la temperatura superficial del mar (TSM) en la Región 3.4 no nos sirve de nada si no conlleva un efecto en la atmósfera del Pacífico Sur, que finalmente pueda provocar cambios en la circulación y aumentar las lluvias en nuestro país.
Por ahora, los principales indicadores atmosféricos se mantienen “neutrales”, en concordancia a lo que se presenta en el Océano. El acoplamiento suele ocurrir en periodos de varias semanas o incluso meses. De hecho, operacionalmente requerimos de varios meses con anomalías de agua de mar superiores a +0.5°C en el Pacífico Central para recién declarar la llegada de un evento de El Niño.
Si consideramos la actual tasa de calentamiento, recién a fines de agosto o principios de septiembre tendríamos anomalías de TSM cercanas o superiores al umbral de +0.5°C. Y como ya hemos mencionado, la atmósfera requiere un impulso de largo aliento para reaccionar. Por ahora, los modelos también indican altas probabilidades de que la condición neutral se mantenga el trimestre de invierno y recién hacia inicios de primavera (agosto-septiembre-octubre) podríamos ver una situación tipo El Niño establecida.
Todos estos factores están siendo considerados para elaborar el pronóstico estacional de invierno, que estará disponible este jueves 14 de junio y en donde presentaremos las proyecciones para este invierno no solo en cuanto a lluvias si no que en temperatura máximas y mínimas. ¡Atentos a nuestro sitio web!
Comentarios recientes