Un seco Otoño en Santiago (a la fecha)
Mucho se ha hablado de que este 2018 estaría siendo uno de los años más secos de la historia de la ciudad de Santiago. En términos de precipitación acumulada en lo que va de este año apenas registra 1.7 milímetros (mm) al 25 de mayo, equivalente a 97% de déficit, lo que ha generado preocupación en la población.
Es importante aclarar que todavía estamos en el quinto mes del año y que históricamente la zona central tiende a presentar variaciones importantes en los montos de precipitación entre los diferentes meses del año. Además, el periodo donde se acumula casi toda la lluvia es entre los meses de mayo y septiembre, por lo que el hecho de que en este quinto mes haya sido seco no implica necesariamente que todo el resto del año lo será.
Sin embargo, hay una tendencia preocupante que debemos considerar: Al mirar todos los registros de lluvia desde 1950 a la fecha, considerando entre el 1 de enero y el 25 de mayo, encontramos que la precipitación acumulada este 2018 en la estación Quinta Normal es la tercera más baja, solo después de 1962 y 1964 (*). Esos años acumularon incluso menos (hasta el 25 de mayo): apenas 0.4 y 1.3 mm, respectivamente.
Normalmente, en el otoño se deberían registrar al menos unos 6 días con precipitaciones sobre 1 milímetro y aproximadamente unos 3 días con lluvias sobre los 10 mm. Este 2018 está al debe, puesto que solo hemos tenido un día de precipitaciones registrado en marzo y en donde se acumuló tan sólo 1.7 mm.
Una delgada línea divisoria
Considerando lo poco que ha llovido, hay que hacer una salvedad importante. En Santiago, sólo un par de eventos de lluvia pueden dejar a la capital en condiciones cercanas a la normalidad en cuanto a precipitaciones.
Esto sucedió en el año 1962. A pesar de que a fines de mayo la ciudad se encontraba como la más seca de los registros, la primera semana de junio registró la suficiente agua como para acumular más de 30 mm y hacia fines de ese mes, Santiago finalmente terminaba con 85 mm. Si bien aún no se alcanzaba una situación de normalidad, el déficit dejó de ser el más seco en la ciudad.
Lo mismo para 1964, en donde junio acumuló en varios eventos de lluvia cerca de 160 mm, pasando hacia una condición normal a la fecha luego de un otoño extremadamente seco.
Esto refleja la gran variación natural que existe en las lluvias de la capital entre un mes y otro, y como un par de sistemas frontales pueden hacer la diferencia en esta línea divisora entre un año extremadamente seco y otro bastante normal. Ahora bien, si esta situación de ausencia de lluvias continúa, entonces claramente este 2018 se estaría volviendo una anomalía importante en el registro pluviométrico de Santiago.
Las probabilidades de que se registre un evento de precipitaciones aumenta con el pasar de las semanas, ya que sí o sí los sistemas frontales comienzan a desplazarse más al norte de lo usual en el invierno. Ahora bien, el pronóstico meteorológico para los próximos días prevé una probabilidad de precipitaciones para la próxima semana, pero esto aún se está monitoreando, es por ello que los invitamos a revisar las actualizaciones y el pronóstico ciudad por ciudad en nuestro sitio web haciendo clic aquí.
(*) Hasta el 25 de mayo, se consideraron todos los años desde 1950 a la fecha.
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