Fantasías meteorológicas de ayer y hoy… Presenta: Índices Climáticos Extremos

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Así como los personajes animados de las primeras décadas del siglo XX reflejaban un mundo sencillo y a veces idealizado, el clima también mostraba una estabilidad relativa. Sin embargo, al igual que los dibujos animados modernos, el clima actual nos sorprende con episodios cada vez más intensos, rápidos y, en ocasiones, incomprensibles. Si te intriga de qué se trata esta caricatura basada en datos reales, te invitamos a leer nuestro nuevo artículo.

Cuando hablamos de clima, solemos referirnos al estado medio de las variables atmosféricas en un determinado período (30 años o más), mientras que el cambio climático describe la evolución y los cambios que ocurren durante un largo período de tiempo (más información en nuestro artículo del 2019).

El cambio, en las condiciones medias es pausado y lento como el Coyote, por el contrario, las variaciones en los eventos extremos son más abruptas y rápidas como el Correcaminos ―¡bip bip!―, haciendo difícil saber hacia dónde “correrá”.

Persiguiendo al Correcaminos

Entonces, para anticiparnos y atrapar al Correcaminos, debemos saber identificar un evento extremo: La Organización Meteorológica Mundial (OMM) los define como “fenómenos poco frecuentes en un lugar y una época del año determinados, con características inusuales en cuanto a magnitud, ubicación, momento o extensión”. El cambio climático antropogénico, originado por el ser humano, ha generado que estos fenómenos sean aún más frecuentes e intensos, lo que conlleva a un mayor esfuerzo en mejorar las alertas para reducir los impactos en la población.

Para entender mejor a este personaje, lo primero que se viene a la cabeza es saber sus límites de velocidad, en el caso de las temperaturas extremas diarias, estos límites pueden ser la temperatura máxima más alta (TXx) o mínima más baja (TNn) alcanzadas durante un año. El conocer estos valores hace posible anticiparnos a su ruta, pudiendo evaluar la evolución temporal de los llamados “Índices Climáticos” y tomar algunas medidas de mitigación y adaptación.

 

Temporada de Extremos

Si lo llevamos a la práctica, en Santiago la temperatura máxima absoluta más alta o TXx ha tenido variaciones, pasando de un promedio de 34 °C a comienzos del siglo XX a 35.4 °C en los últimos 30 años. Algo similar ocurre en Curicó donde la TXx subió de un promedio de 34.2 °C (1961-1990) a 35.2 °C (1995-2024), mientras que en Chillán pasó de 35.3 °C a 36.5 °C. 

Asimismo, para entender mejor cómo se distribuyen las temperaturas en la ruta del Correcaminos en el desierto, las clasificamos de menor a mayor. De este modo, podemos identificar los momentos en que nuestro veloz Correcaminos enfrenta temperaturas extremas arrancando del Coyote. Para ello, estimamos en qué posición se encuentra la temperatura ambiente respecto a una escala porcentual de 1 a 100, llamada “percentil”. Por ejemplo, el 10% o el 1% más alto de las temperaturas corresponderían a los percentiles 90 y 99, respectivamente, mientras que el 10% de las temperaturas más bajas, corresponde al percentil 10 e indica los instantes en que el Correcaminos se enfrenta a más frío.

La gran ventaja de utilizar percentiles en el estudio de extremos climáticos, es que nos permite comparar entre climas completamente diferentes, independientemente de los umbrales absolutos de la variable a estudiar. Esto significa que podemos analizar eventos extremos tanto en el árido y caluroso Desierto de Atacama como en la fría y ventosa Península Antártica.

Un ejemplo en el que los percentiles son considerados como índices son los días cálidos (Tx90p), que corresponde al porcentaje de días del año en los que la temperatura máxima supera el percentil 90. Este índice nos permite identificar los días con las temperaturas más altas durante el año y evaluar si estos están aumentando o disminuyendo durante un tiempo determinado. El aumento de días cálidos podría generar condiciones favorables para incendios forestales, aumento de riesgo en salud, o limitar trabajos al aire libre.

Por un lado, en el norte de nuestro país existe un contraste entre lo que ocurre en la zona costera y el interior. En las ciudades costeras de Arica, Iquique y Antofagasta, los días cálidos están disminuyendo entre 2 y 3 días por década, mientras que en las ciudades del interior como Calama y Copiapó, están aumentando en torno a 3 días por década. Mientras en la lejana ciudad de Puerto Williams ubicada en el extremo sur del país, los días cálidos aumentan 2 días por década.

Exceso de velocidad

Otra forma de abordar los extremos es considerar umbrales fijos, como si fueran restricciones de velocidad, poniendo a “Porky policía” a vigilar cuantas veces el Correcaminos los excede. Estos pueden estar basados en algún impacto con otros sectores o actividad para que sea relevante su análisis. Además, estarán restringidos al clima de cada lugar, por ejemplo: un índice de temperaturas máximas sobre 30 °C (SU30) no sería útil en regiones polares o de altura dado que no ocurre -por ahora-, mientras que un índice con temperaturas máximas bajo 0 °C (ID) sí sería interesante de monitorear en estas zonas, debido a la relación de la temperatura con los glaciares. En el siguiente enlace podrás consultar qué sectores o actividades son útiles cada uno de los índices que se publican en la página de la Dirección Meteorológica de Chile.

Si retrocedemos al pasado en Santiago, a comienzos del siglo XX el Correcaminos circulaba mucho más lento que hoy, en esa época se registraban 37 días en promedio cuando sobrepasaba el límite de 30 °C (SU30), mientras que actualmente lo hace en 66 días, ¡casi un mes más!, ojalá Porky le haya tomado la patente. En Curicó el cambio es menor, pasando de 36 días en el clima de ayer a 53 días en el clima de hoy.

El clima actual nos desafía con su velocidad e intensidad, mostrándonos que los eventos extremos ya no son episodios aislados, sino una realidad cada vez más frecuente. Si queremos anticiparnos a sus movimientos y minimizar sus impactos, debemos seguir monitoreando estos índices climáticos, que dicho sea de paso, no sólo se calculan para la temperatura sino que también para otras variables, pero eso lo veremos en otro capítulo. 

Así como en los dibujos animados, donde la astucia y la estrategia pueden marcar la diferencia entre atrapar o perder de vista al Correcaminos, en la ciencia del clima, el conocimiento y la acción temprana son claves para enfrentar el futuro. Ahora bien, la pregunta es: ¿estamos listas y listos para la próxima carrera?. Si quieres conocer más detalles de cómo han variado estos índices climáticos y sus tendencias en diferentes lugares de nuestro país, los puedes encontrar en el siguiente sitio web.

¡Eso es to…, eso es to…, eso es todo amigos!

Escrito por: Ricardo Vásquez Yáñez. Editora: Marjorie Cataldo Soto. Figuras: Alexandra Fuenzalida Artigas. Periodista: Paz Galindo Navarro.

 

*Las figuras presentadas han sido creadas exclusivamente con fines educativos y no tiene propósitos comerciales ni lucrativos. Todos los derechos de autor y propiedad intelectual de los personajes corresponden a sus respectivos propietarios legales. 

 

Referencias

Organización Meteorológica Mundial. (2025). Clima Extremo. [En línea] Disponible en: https://wmo.int/topics/extreme-weather

Climdex. (2025). Índice de clima. [En línea] Disponible en: www.climdex.org

Dirección Meteorológica de Chile. (2025). Índices climáticos extremos útiles por sector. Descargado de https://climatologia.meteochile.gob.cl/application/publicaciones/documentoPdf/notasCambioClimatico/notasCambioClimatico202307001.pdf

 

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