Estelas en el cielo, ¿el rastro del Viejito Pascuero 🎅?

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Cuando se acerca la Navidad🎄, los días se llenan de magia. La mayoría de nosotros encendemos luces, algunos niños esperan ansiosos los regalos y, si tenemos suerte, incluso podríamos ver largas líneas blancas cruzando el cielo, como si fueran el rastro del trineo del Viejito Pascuero. ¿Será una señal de que Santa y sus renos están sobrevolando nuestras casas?. En este artículo, exploraremos cómo estas mágicas estelas pueden despertar nuestra imaginación navideña mientras entendemos la ciencia detrás de su formación.

Espero que ustedes ya hayan enviado su carta. En esta ocasión quería contarles acerca de esas marcas en el cielo llamadas Estelas de Condensación. También conocidas en inglés como contrails, que son nubes de hielo en forma de líneas rectas que se observan en el cielo cuando pasa un avión. No es magia (aunque puedan parecerlo), sino el resultado de un proceso físico: el vapor de agua caliente que emiten los motores de los aviones, además de la liberación de microscópicas partículas llamadas aerosoles o núcleos de condensación, producto del proceso de combustión de las aeronaves, se mezcla con el aire extremadamente frío en altitudes superiores a unos 7 km. De esta forma, y cuando la diferencia de temperatura y la humedad es la adecuada, este vapor de agua se condensa rápidamente, transformándose en pequeños cristales de hielo ❄️. El resultado es una delgada línea blanca que sigue el recorrido del avión. Y ahí es donde entra la fantasía navideña, ya que para muchos niños (y para algunos adultos soñadores), estas líneas podrían ser el rastro que deja Santa Claus mientras reparte regalos en su veloz trineo.

Diferentes rastros de Santa 🎅

Una vez formados los cristales de hielo, y a su vez, la estela, el comportamiento de estas varía según las condiciones atmosféricas:

Fotografía de estela de vida corta. Fuente: Aemet.

Estelas de Vida Corta: Son líneas que desaparecen rápidamente, como si Santa estuviera apurado para llegar a su próximo destino. Se producen cuando la cantidad de vapor de agua en la atmósfera es insuficiente para mantener los cristales de hielo que las componen. Es así como en estas condiciones de baja humedad, las partículas de hielo que forman la estela se subliman, es decir, pasan directamente del estado sólido al gaseoso, disolviéndose en el aire en pocos segundos o minutos. 

Estelas persistentes que no se expande: Estas permanecen como líneas largas en el cielo, perfectas para imaginar que el Viejito Pascuero se detuvo brevemente para dejar regalos 🎁. Se producen de manera similar a las de vida corta, pero en una atmósfera con mayor humedad, por lo que los cristales de hielo que las componen no se subliman rápidamente. Sin embargo, las condiciones no son lo suficientemente inestables como para que -alerta de spoiler- la estela crezca o se expanda. Como ejemplo te dejo la siguiente imagen (lado izquierdo).

Estelas persistentes que se expande: Son las más espectaculares, expandiéndose como si fueran una nube gigante. En una noche despejada de diciembre, podrían parecer el resultado de que Santa Claus decidió añadir un toque de magia extra, creando efectos especiales en el cielo para celebrar la Navidad. Pero en verdad lo que ocurre es que debido a la turbulencia, la inestabilidad del aire y por efecto del viento, estas estelas pierden su forma definida original. Las partículas de hielo se dispersan y se extienden, transformándose en una nube más amplia y con bordes irregulares (imagen inferior, lado derecho). Este proceso les da su apariencia difusa y les permite cubrir mayores áreas del cielo, convirtiéndose en un espectáculo visual que puede durar horas. 

Fotografía (izquierda) de Estela de condensación que no se expande. Fuente: meteoróloga Marjorie Cataldo. Fotografía (derecha) de estela persistente que se expande. Fuente: Aemet.

Un viaje en el tiempo

Aunque relacionar a Santa Claus con las estelas pueda parecer algo “moderno”, estas nubes lineales tienen una historia que se remonta a principios del siglo XX. Durante la Primera Guerra Mundial, los aviones comenzaron a volar a altitudes donde las condiciones eran propicias para su formación. En la Segunda Guerra Mundial, las estelas cobraron mayor importancia porque podían delatar la posición de los aviones militares.

Hoy, con el auge del tráfico aéreo, las estelas son un fenómeno frecuente. Sin embargo, en esta época festiva, no podemos evitar pensar que esos trazos en el cielo también podrían pertenecer a Santa, adaptado a los tiempos modernos y viajando a velocidades supersónicas para cumplir con su apretada agenda.

El Impacto Climático de las Estelas: ¿Qué pensaría nuestro querido Viejito Pascuero?

Mientras las estelas de condensación nos maravillan y alimentan nuestra imaginación, también nos recuerdan el impacto de la aviación en el cambio climático. Las emisiones de los aviones no solo generan las estelas, sino que también contribuyen al calentamiento global. Sin embargo, no hay necesidad de preocuparse por teorías de conspiración como los “Chemtrails”, que sugieren que las estelas contienen químicos dañinos.

Si bien, según un estudio del IPCC, se estimó que las emisiones de los motores de los aviones representan el 3.5% del impacto total de las actividades humanas en el clima, la ciencia es clara: las estelas son simplemente el resultado de la condensación del vapor de agua. Esto no quiere decir que las estelas no generen cierto efecto en el clima, ya que las estelas persistentes pueden contribuir a la formación de nubes tipo cirros, las cuales ayudan a retener el calor en la atmósfera, aportando al efecto invernadero de la superficie terrestre.

Pero ojo, estas estelas no generan precipitación. A pesar de ser nubes de hielo, las partículas que las componen son demasiado pequeñas y dispersas para formar gotas de agua lo suficientemente grandes como para caer a la superficie.

Seguramente nuestro Pascuero, que es un defensor del medio ambiente (después de todo, vive en el Ártico), podría estar preocupado por este impacto. Incluso, en un futuro -no muy lejano- lo podríamos ver cambiando su trineo tradicional por uno completamente sostenible, impulsado únicamente por energía renovable como la solar y, claro, magia.

                                                                   

La ciencia de predecir el rastro del trineo🛷

Los meteorólogos miran gráficos como el famoso diagrama de Appleman, para determinar en qué condiciones se formarán las estelas. Si pudiéramos aplicarlo a la ruta de Santa, quizás podríamos estar atentos para intentar ver su paso, en caso de encontrarnos en su trayecto. Al igual que podemos predecir el tiempo y clima, también es posible anticipar cuándo y dónde veremos estelas en el cielo. Si bien las podemos ver en cualquier época del año, es durante el invierno cuando las condiciones de temperatura y humedad hacen que las estelas sean más probables de ser observadas. Así que, si esperas ver señales de Santa en el cielo este diciembre, busca días o noches frías y despejadas.

Y, si tienes la suerte de ver estas líneas cruzando el cielo nocturno, deja volar tu imaginación. Podría ser un avión… o el mismísimo Viejito Pascuero asegurándose de que todos reciban un poco de alegría navideña y, por supuesto, regalitos. ¡Felices fiestas 🎄🎉!

PD: Te comparto este video capturado en nuestro patio meteorológico.

 

Escrito por: Juan Crespo Fuentes. Editor: Manuel Olivares Vasconcelo. Periodista: Paz Galindo.

 

Información utilizada en esta publicación:

https://www.globe.gov/web/s-cool/home/observation-and-reporting/contrails

https://scool.larc.nasa.gov/pdf/Contrail_ID_Chart_Spanish_2014_4.pdf

Estelas de condensación: las nubes que señalan el rastro de los aviones

 

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