¿Qué tiene que pasar, para que llueva (tanto) en la Región de Coquimbo?
Tras años arrastrando una de las sequías más largas de la historia de nuestro país, la Región añoraba un invierno lluvioso. Y este 2017 – hasta el momento – ha sido así.
** Artículo publicado originalmente el 6 de julio durante el periodo de marcha blanca de Meteochile Blog **
Los registros de la Dirección Meteorológica de Chile demuestran que esta zona presenta precipitaciones muy por sobre lo normal. La lluvia acumulada a la fecha en Combarbalá, por ejemplo, supera en casi 100 mm lo que ha caído en Santiago. Lo mismo sucede con La Serena, en donde la estación meteorológica ubicada en el Aeropuerto La Florida lleva 161.2 mm de agua caída a la fecha, superando los registros de Pudahuel y Quinta Normal (93.6 y 134.4 mm, respectivamente – Datos al 30/06/2017).
Es así, que buena parte de la región ya acumuló, con creces, lo que debiera caer durante todo el año. El total anual normal de La Serena es 86.2 mm, por lo que cualquier precipitación adicional solo irá a aumentar el superávit de 100% que registra esta estación. Lo mismo sucede en el interior, en donde los promedios oscilan entre 100 y 200 mm.
Los responsables: Sistemas frontales
La mayor parte de la precipitación en esta región se debe a sistemas frontales, aunque hay un porcentaje que también está asociado a otro tipo de fenómeno conocido como baja segregada (Pizarro y Montecinos, 2000).
Si bien los sistemas frontales son los que dejan más lluvias, debemos conocer y determinar la forma en que llegan a la Región de Coquimbo, así como también la distribución de sus principales características, ya que no todos los sistemas son iguales.
- Algunos se mueven muy desde el polo y otros directamente desde el oeste hacia el continente.
- En algunas ocasiones las bajas presiones que acompañan los sistemas frontales se forman más al norte de lo normal.
- Y, en otras, las bandas frontales se mueven de manera meridional (norte a sur), dejando más lluvias en la costa; o más zonales (oeste a este) con más precipitación en zonas de interior.
Ahora bien, utilizando los datos de la estación meteorológica de La Serena perteneciente a la DMC, se recopilaron los eventos de lluvias de mayor importancia, de manera tal de identificar las características de los sistemas frontales y el ambiente alrededor (el patrón sinóptico, como los meteorólogos le llamamos) que afectaron en tales eventos.
Los eventos más importantes de los últimos 28 años
Cabe hacer presente, que en estos 28 años se han registrado aproximadamente 196 días con precipitaciones iguales o superiores a 1.0 milímetro (mm). Donde un 53% correspondió a eventos con precipitaciones débiles y que acumularon en 24 horas apenas entre 1 y 5 mm.
Al respecto, en este periodo de tiempo podemos apreciar en la infografía 1, que 4 han sido los más relevantes en cuanto a lluvias en 24 horas en La Serena. El 11 de mayo de 2017 se ubicó en segundo lugar de la lista, con 71.4 mm, solo superado por los 74.1 mm de julio de 2001.
Para entender el patrón sinóptico tras los eventos de lluvia más grandes entre 1991 y 2017, consideraremos un umbral conocido como percentil 95, que en el caso de La Serena corresponde a 40 mm. Es así que encontramos 10 días con lluvias extremadamente fuertes en esta ciudad.
Patrón sinóptico: ¿cómo debe ser el sistema frontal?
Para responder esta pregunta utilizamos una herramienta particular: Reanálisis.
[Nota técnica: Los reanálisis, como el desarrollado por National Center for Enviromental Prediction (NCEP-NCAR) y utilizado para estos cálculos, son herramientas que combinan simulaciones con datos observados alrededor del mundo y que permiten reanalizar eventos meteorológicos ocurridos en los últimos años. Actualmente los reanálisis contienen información desde principios del siglo XX hasta la fecha]
Al crear un promedio de los días de precipitación extrema, podemos ver cómo es la situación sinóptica ideal para que un sistema frontal deje mucha lluvia en la Región de Coquimbo.
- Lo primero es la presencia de un fuerte jet
El jet, o corriente en chorro, es una zona de la parte alta de la tropósfera (entre 5 y 12 km de altura) donde el aire fluye a una gran velocidad.
Los días extremadamente lluviosos en La Serena están relacionados con un jet ondulado (línea negra en infografía 2). Aquí los fuertes vientos que provienen del oeste en altura se ondulan y desplazan hacia el norte, produciendo lo que en meteorología llamamos “vaguada en altura”, la cual dista de la denominada vaguada costera y que es otro tipo de fenómeno meteorológico totalmente diferente a los sistemas frontales.
- Viento en superficie
En la imagen también se puede apreciar el traslado de aire frío desde la región polar hacia el norte, justo por detrás de la baja presión (letra B en rojo). Esto ocurre justo por debajo de la parte trasera de la vaguada en altura.
- La baja presión
Esta baja presión es de alguna forma el motor del sistema frontal. El aire frío de atrás y cálido y más húmedo delante (área verde) provocan la formación de las bandas frontales. Debido a que la configuración sinóptica es capaz de formar una baja presión tan al norte como es la costa de Biobío, las bandas frontales llegan con mucha facilidad a la zona central y al norte chico.
- Frentes
El más conocido es el frente frío (línea azul) que justamente cruza frente a la Región de Coquimbo en nuestro escenario sinóptico ideal. La banda frontal concentra la mayor parte de la lluvia, muchas veces de gran intensidad, dentro del sistema frontal.
Desde el espacio
Esta configuración también se puede apreciar a través de imágenes de satélite: en la figura siguiente se pueden visualizar los cuatro eventos más intensos de lluvia en La Serena y cómo se veían los sistemas frontales desde el espacio.
Todos tienen esta característica común: la baja presión está frente a la zona central y el frente frío, aproximándose o cruzando la Región de Coquimbo.
La importancia de observar diferentes escalas espaciales y temporales
Este patrón sinóptico, si bien, explica el por qué de las fuertes lluvias en los días analizados, deja sin embargo -y como suele ocurrir en ciencia-, abiertas varias preguntas, tales cómo: ¿Qué provoca que ciertos sistemas frontales adopten estas características?, ¿De dónde proviene la humedad para estas lluvias?, ¿Qué tan frecuentes son estos sistemas frontales? y ¿Cuál es el rol de EL Niño o el Cambio Climático?
Para responderlas se podría hacer otro tipo de análisis, alejar la mirada y observar el entorno, desde el océano Pacífico o los trópicos, así como también aumentar la escala de tiempo del análisis, mirando meses, años o décadas.
En los próximos meses, se podría indicar que el 2017 será un año recordado como el que terminó con una seguidilla de temporadas deficitarias en cuanto a lluvia, en esta región.
Escrito por: José Vicencio. Editado por: Diego Campos. Periodista: Paz Galindo.
Información de esta publicación:
- Datos de precipitación obtenidos de la red de estaciones Agroclima (FDF-DMC-INIA) y estaciones aeronáuticas de la DMC a través de SACLIM. Agradecimientos a la Oficina de Servicios Climatológicos por la información entregada.
- Información del reanálisis NCEP-NCAR. Compuestos diarios de los días de eventos extremos de precipitación en 24 horas. (https://www.esrl.noaa.gov/psd/data/composites/day/).
- Imágenes de satélite históricas en el sitio web de NCDC de NOAA. (https://www.ncdc.noaa.gov/gibbs/).
- Puedes encontrar más información acerca del monitoreo de condiciones climáticas, agroclimáticas, pronóstico estacional y el fenómeno de El Niño/La Niña en nuestro sitio web. (http://www.meteochile.gob.cl/)
- Es importante mencionar que los cálculos y figuras fueron creadas solo para fines de esta publicación.
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