Olas de Calor: El Peligro “Silencioso” que se Multiplica en Chile

Las altas temperaturas poco a poco empiezan a hacer acto de presencia en nuestro día a día, lo que nos hace recordar a las sudorosas olas de calor. Pero, ¿qué tanto sabemos de ellas?, ¿ocurren solo en verano?, ¿en qué momento un registro alto de temperatura pasa a llamarse ola de calor?, ¿cuáles pueden ser sus efectos? y ¿por qué es tan importante monitorearlas? Toda la información que necesitas conocer a continuación.

Eventos extremos y el cambio climático 🌎

El aumento promedio de la temperatura a nivel mundial es una de las más evidentes manifestaciones de la ocurrencia del cambio climático. Pero no sólo se ha producido un aumento de la temperatura promedio, sino que también un incremento de los eventos extremos climáticos, dentro de los cuales se incluyen precipitación, viento y temperaturas, entre otros.

Un evento extremo se puede definir como una situación que se produce o registra muy pocas veces en la historia climática de cada lugar. Por ejemplo, 30 mm de lluvia en Antofagasta es considerado un evento extremo de precipitación, debido a la aridez de la zona y porque prácticamente en esa ciudad “nunca llueve“. En cambio, en ciudades del sur de Chile, ese valor debiera ser mucho más alto.

Los eventos extremos también se relacionan con los impactos negativos que pueden generar en la población. De hecho, las lluvias intensas pueden generar aluviones, inundaciones o remociones en masa. Otro caso son los tornados, considerados eventos meteorológicos extremos en Chile, dada su baja frecuencia. Incluso en zonas donde son más comunes, los numerosos registros existentes evidencian lo dañinos que pueden llegar a ser.

Dentro de este tipo de eventos, las temperaturas aparecen como de las más peligrosas, ya que las temperaturas extremas parecieran ser agentes silenciosos del clima: No vemos directamente el calor, a diferencia de las lluvias o los tornados. Esto hace que las personas puedan sentir que no necesitan protegerse de las altas temperaturas, especialmente los grupos más vulnerables de la población.

¿Qué tan malos pueden ser los periodos cálidos extremos?

Sabemos que 1 o 2 días de calor extremo pueden ser incómodos o incluso peligrosos, pero cuando sumamos 3 días, 1 semana o incluso 2 semanas continuas de altísimas temperaturas, las consecuencias pueden ser realmente devastadoras. Ejemplos hay de sobra en el mundo y también en nuestro país.

En el verano boreal de 2003, en Europa se registraron uno de los veranos más cálidos de su historia. Noches y días completos con temperaturas sofocantes provocaron la muerte de más de 70 mil personas (1), principalmente en Francia. Entre las víctimas se encontraban, en gran proporción, niñas, niños y personas mayores, uno de los grupos más vulnerables frente a estos periodos cálidos.

En Chile no estamos ajenos a esa situación, teniendo eventos en que hemos experimentado semanas completas con temperaturas anormalmente cálidas durante el día y la noche. Un claro ejemplo, y que tuvo gran notoriedad, fueron el de enero de 2017. Durante este mes, tuvo lugar uno de los incendios forestales más desastrosos de la historia reciente de nuestro país, además de algunas de las temperatura máximas más altas de los registros y una gran cantidad de olas de calor.

Monitoreando el calor 🌡️

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) considera a las olas de calor como uno de los múltiples índices a los que los centros meteorológicos mundiales debiesen hacer seguimiento y llevar registros. Esto como una medida de control y monitoreo de estos eventos extremos que se están produciendo con mayor frecuencia en todo el mundo. De esta manera, en la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) se monitorean durante todo el año, siendo las de mayor interés las que se registran durante la época de verano.

Dependiendo del momento del día, la DMC define para Chile dos tipos de olas de calor: Ola de Calor Diurna y Ola de Calor Nocturna. La diurna es cuando la temperatura máxima diaria en una estación meteorológica supera un umbral considerado extremo, por 3 días consecutivos o más, mientras que la nocturna se presenta cuando la temperatura mínima diaria en una estación meteorológica supera un umbral considerado extremo, por 3 días consecutivos o más. En este artículo hablaremos de las que ocurren durante el día

Ahora bien, ¿cómo sabemos cuándo estamos ante una ola de calor y cuándo es simplemente una temperatura muy alta? Para cada día y para distintos puntos del país, se extraen lo que en estadística se conoce como percentil 90 de distribución. Imagina que tienes 100 registros de temperaturas máximas, ordenadas desde los valores más bajos a los valores más altos. El percentil 90 correspondería al valor que se encuentra en la posición número 90 de esta distribución y, obviamente, debido a que ordenamos los datos de menor a mayor, es una temperatura muy alta. La idea entonces es que cada vez que superamos ese valor diario climatológico (umbral), por más de 3 días consecutivos, lo llamaremos ola de calor.

Este proceso se hace para cada estación meteorológica con datos de 30 años, considerando el periodo climatológico 1991-2020 ―solo en algunas estaciones se ha utilizado un periodo climatológico diferente debido a datos faltantes dentro de la serie de la estación―, y también para cada día, de tal forma de tener un umbral diario, y así obtener mayor detalle de estos fenómenos de altas temperaturas. El monitoreo, que se va actualizando de forma automática con la información meteorológica, permite supervisar el comportamiento de la temperatura máxima y olas de calor durante todo el año.

Las olas de calor, por definición, nos entregan información sobre la cantidad de periodos extremadamente cálidos que se tuvieron en una localidad determinada. Es una medida comparable: podemos contar las olas de calor en cada localidad y compararlas entre ellas o con otros países, puesto que todos usamos el mismo estándar.

Olas de calor al alza en casi todo Chile

Tal como te lo podrías deducir, Chile no está exento de la tendencia global en el aumento de las temperaturas y de las olas de calor. Normalmente, nuestras ciudades registran alrededor de 3 olas de calor cada año, de acuerdo a la media entre los años 1991-2020.

Infografía sobre el número de olas de calor que normalmente se registran en el año (izquierda) y las olas de calor promedio registradas los últimos 5 años (derecha).

En el periodo 2020-2024, se logra observar ―de manera general― un aumento en el promedio de olas de calor al año: en Curicó llegan a registrar 6 olas de calor en promedio, mientras que en Santiago 7, tal como se muestra en la figura derecha. En el año 2020, ambas localidades alcanzaron nada más ni nada menos que 12 olas de calor.

Pero no sólo en la zona central hemos registrado un incremento de las olas de calor. En Osorno, se han registrado alrededor de 5 olas de calor en promedio, al igual que en Chillán y Los Ángeles. Las únicas localidades de nuestro país que presentan una disminución leve en la cantidad media de olas de calor corresponden a La Serena y Puerto Montt, mientras que Antofagasta y Coyhaique mantienen el mismo número.

Aunque todas las olas de calor comparten el hecho de que registran las temperaturas máximas más altas, pueden haber diferencias entre sí: Hay algunas que apenas duran los 3 días y son bastante locales, ¡otras parecen eternas, durando más de una semana!, mientras en ocasiones el calor extremo puede ser generalizado y en donde prácticamente todo el país se encuentra “en llamas” 🔥.

Un claro ejemplo de un evento más bien generalizado se remonta al verano de 2017, en donde casi todo Chile, desde Arica hasta Puerto Montt, se registraron olas de calor durante enero. Mientras que, si hablamos de extensión temporal, el récord se lo lleva por lejos la ola de calor que duró 281 días en Arica, desde el 25 de septiembre de 1982 hasta el día 02 de julio de 1983… ¡casi un año de temperaturas extremas!😱

Las olas de calor también traen consigo algunas otras sorpresas, puesto que pueden producirse los famosos récords meteorológicos. En particular, en Santiago, el récord de temperatura máxima más alta se registró en enero de 2019, durante una ola de calor que duró 4 días, donde el termómetro alcanzó los 38.3°C, cuya temperatura máxima es la más alta en más de 100 años. Otros ejemplos los encontramos nuevamente en las olas de calor de enero de 2017, mientras estas generaban condiciones favorables para propagar grandes incendios forestales, muchas ciudades alcanzaban temperaturas nunca antes vistas: en Curicó se llegó a 37.3°C, también un valor diario de temperatura máxima más altas en más de 100 años. Pero el primer lugar se lo llevó Los Ángeles, que marcó 42.2°C y corresponde a la temperatura máxima más alta alguna vez medida en nuestra red certificada de estaciones meteorológicas. 🥵

Tal como puedes ver, las olas de calor vienen en diferentes formas e intensidad, pero todas pueden llegar a ser altamente peligrosas y en la Dirección Meteorológica constantemente se están monitoreando, así como también, nuestras/os meteorólogas/os están atentas/os a pronosticarlas. ¡Hasta la próxima y a hidratarse!

 

Actualizado por: Manuel Olivares Vasconcelo. Editora: Tamara Venegas Yurazeck y Alexandra Fuenzalida Artigas. Periodista: Paz Galindo Navarro.

** Artículo escrito por José Vicencio y publicado originalmente el 15 de noviembre de 2018 en Meteochile Blog.

 

Fuentes de información:

(1) Información de fallecidos por la ola de calor de Europa 2003 basada en el trabajo de Robine et al. (2008). Revisa el paper científico aquí.
(2) Monitoreo Online de las Olas de Calor y otros productos los puedes revisar aquí.
(3) Informe Técnico Olas de Calor en Chile. Revisar aquí.

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